El concierto didáctico En torno a la Consagración de la primavera  “Escenas de la Rusia pagana”, con piano a cuatro manos, narrador y proyecciones a cargo de FERNANDO PALACIOS y las pianistas Menchu Mendizabal e Inmaculada González pone en marcha, hoy jueves 16 de mayo (19.30 h.) la octava edición del FESTIVAL OTRAS MIRADAS, OTRAS ESCENAS del Teatro Gayarre.

En este concierto didáctico Fernando Paalacios nos sitúa en 1913. Un año antes de que comience la 1ª Guerra Mundial, se produce la primera gran guerra del arte musical. La consagración de la primavera fue la protagonista. El estreno de este ballet definió de una vez por todas las dos posturas frente al arte del siglo XX: la conservadora y la revolucionaria. Una auténtica batalla campal se desencadenó entre los partidarios del arte nuevo y quienes abandonaron la sala indignados por considerar “aquello” una afrenta a las leyes inmutables de la belleza.

El responsable principal de aquel acontecimiento fue Stravinsky (1882−1971), el compositor más importante del siglo XX. Sí, sabemos que ha habido otros muchos genios en ese apretado y variopinto siglo que han dado un vuelco total a la manera de componer, de interpretar y de escuchar la música; pero ninguno ha llegado a conmover tanto como lo ha hecho Stravinsky, ninguno ha estado tan seguro de sí mismo como para, sin discutir con nadie, imponer una nueva forma de entender la música.

Nijinky, el artista predilecto y amigo íntimo de Diaghilev −su último descubrimiento para la compañía de los “Ballets Rusos”−, “se volvió loco” para preparar la coreografía de la obra: acentuó lo primitivo de la acción con una coreografía angulosa, pesada, alejada de toda “elevación” clásica. Los complejísimos ritmos derivaron en danzas a medio camino entre el primitivismo y la danza contemporánea, los timbres agresivos de la orquesta se reflejaban en las posturas y movimientos angulosos de los bailarines. El resultado no convenció a nadie, pero marcó la simiente de buena parte de la danza actual. La consagración es una obra siempre moderna, eternamente revolucionaria, de vida solitaria, sin antes ni después. Su música es violenta y salvaje: las armonías son ásperas, las melodías parece que vinieran de otro planeta, los ritmos se repiten con insistencia, igual que repiten las olas o se suceden las estaciones.

Pero dejemos que sea el propio Stravinsky quien nos explique como ideó La consagración: “He querido representar el terror de la naturaleza frente a la belleza eterna. Así, toda la orquesta debe reproducir el nacimiento de la primavera…Entreví el espectáculo de un gran rito sacro y pagano: se trataba de los viejos sabios sentados en círculo contemplan la danza sacrificial de una muchacha que ha de morir para lograr los favores del dios de la primavera… La Consagración representa esencialmente mi revolución personal contra las tradiciones musicales existentes. Simplemente me he esforzado en infundir sangre nueva a la música, en inyectarle una vida nueva”. Stravinsky probaba toda la música que componía en el piano a cuatro manos. El auténtico estreno de La Consagración fue a puerta cerrada, con Debussy y Stravisnky en las cuatro manos del piano. Así es relatado por Heinrich Strobel, en el libro Claude Debussy: “Un día Stravinsky trae la reducción para piano a cuatro manos de La consagración. Ambos compositores la leen al piano. Debussy está arrebatado por el furor de la música. Al terminar, ambos callan, derribados por aquella tempestad que parecía venir del fondo de los siglos y tomar la vida en sus mismas raíces”.

Es obvio que la versión de piano no posee el colorido de la orquesta; pero, a cambio, sí que resalta otras facetas: es más agresiva, más primitiva, más dura y persistente.

Fernando Palacios

En 1992 la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria encargó a Fernando Palacios la puesta en marcha de un Departamento Educativo con el fin de investigar nuevas maneras de acercar la música a otros públicos. Al éxito de sus propuestas se unieron otras organizaciones musicales hasta extenderse por toda España y buena parte de Latinoamérica (La Coruña, Tenerife, Madrid, Córdoba, Murcia, Valladolid, León, Gijón, Málaga, Granada, Sevilla, San Sebastián, Bilbao, Extremadura, Zaragoza, Valencia, Alicante, Colombia, Cuba, Costa Rica, Panamá, Guatemala, Buenos Aires…). Entre ellas, la más significativa fue la contribución del Gobierno de Navarra, que inició su revolucionario plan de conciertos didácticos “Música en Acción”. La editorial AgrupArte quiso también sumarse a esta “agitación”, editando su colección de cuentos musicales en formato de disco-libro La mota de polvo y, posteriormente, la colección Paisajes Musicales (entre ambas han superado la barrera de los 35 títulos). Ellos son los causantes del cambio producido en estos últimos años en el seno de los espectáculos y ediciones musicales para niños y jóvenes.

Fernando Palacios ha podido acometer este trabajo gracias a su variada formación y a las actividades complementarias que ha desempeñado: profesor de Pedagogía Musical con Premio Fin de Carrera (Cons. Sup. Madrid, con Elisa Roche); creador de grupos musicales dispares (Rudy Armstrong Quartett, Academia de Educación Sentimental Agúndez-Palacios y Plásticos Palacios); intérprete de música antigua (Alfonso X el Sabio); director y presentador de programas de radio y televisión (Tira de música, Galería de música y Caja de música en TVE; y Música sobre la marcha, Sonido y Oído y Las cosas de Palacios en RNE; y colaborador en el espacio En días como hoy, de RNE); compositor de obras de concierto (Ojo con la pintura, Fulgor en la cochambre, Pianocócteles, Variaciones Estigma), de músicas incidentales (Mañanas de abril y mayo, Ínfimo) y de espectáculos multimedia (El silencio de las sirenas, Música con cualquier cosa); articulista y escritor de libros de recursos (Artilugios e instrumentos para hacer música, Piezas gráficas para la Educación Musical, Escuchar, Las óperas del Real y La brújula al oído); y profesor en Universidades, Escuelas de Música y Centros de Profesores. Es de destacar su estrecha colaboración con el Orff-Institut de Salzburgo (donde impartió la Conferencia Plenaria de su Internacional Orff-Schulwerk Symposium-2006) y el FLADEM de Guatemala, del que es socio honorífico.

Una importante parcela de su creación está dedicada a niños y jóvenes: La mota de polvo y Las baquetas de Javier (encargos de la Orq. Sinf. de RTVE), Modelos para armar (Fest. de Canarias), Juegos de cámara (Univ. de Alcalá), Suite El Termómetro (Cabildo Tenerife), Tuve tuba por un tubo (Fest. de Alicante), Insectos infectos (Orq. Fil. Gran Canaria), Mamíferos mortíferos (Gob. Navarra), Álbum de músicas probables, Relatos imprevistos (Spanish Brass), El jardín de las delicias (SINEM de Costa Rica), las óperas El Planeta Analfabia (Fund. Orq. Fil. Gran Canaria) y La ópera de los sentidos (Gob. Navarra), y los ballets El paseante ocioso (Gob. Navarra), y El laboratorio del Dr. Fausto (Teatro Real). Su obra para tres flautas Minuta Perversa (editada y grabada en disco por Mundimúsica) ha sido seleccionada por la Compañía de Ballet Martha Graham para sus producciones coreográficas y publicada por The Center’s Study Guide to the Performing Arts.

Ha sido asesor de los programas educativos de la Orq. Sinf. de Castilla y León, la Orq. de Córdoba, Sinf. de Galicia, Sinf. de Tenerife, Grupo Enigma, Plural Ensemble, Misterio de Elche y Fundación Caja Madrid. Ha colaborado estrechamente con otras muchas orquestas (Orquesta de Bilbao, Sinf. de la Región de Murcia, Orquesta Nacional de España, Sinf. de RTVE) y la Compañía Ópera de Cámara de Madrid. Ha sido director de Radio Clásica (RNE) entre los años 2008 y 2010, donde dirige y presenta los espacios Música sobre la marcha y El oído atento. En la actualidad trabaja en el Proyecto Pedagógico del Teatro Real, el programa Trasmúsica de la Comunidad de Madrid y los Recitales para jóvenes de la Fundación Juan March.