Gala, la propuesta que Jérôme Bel creó hace casi tres años, se estrena en Navarra en Auditorio Barañáin hoy miércoles a las 18 horas y mañana jueves a las 20.30 horas dentro de la programación del Festival DNA. Participan 16 bailarines amateurs y 4 profesionales. Las entradas cuestan 10 euros en anticipada y 15 euros en taquilla.

El creador no ha venido a Navarra y ha enviado a dos de sus asistentes, Frédéric Seguette y Henrique Neves, que han trabajado aquí con la ayuda de Maitane Azpiroz en la gestación de este proyecto. El coreógrafo francés destaca por su talante transgresor, “que ha puesto a prueba los límites de la teatralidad”. Huye de las reglas y el academicismo, de ahí su gusto por trabajar con aficionados, porque, según dice, “están más pegados a lo real”. Y por su creencia en que la danza “puede ayudar a transformar la sociedad”. De esta última idea surgió Gala. Y de una pregunta: “¿Qué ocurre cuando un grupo de personas comunes y corrientes se suben al escenario y se entregan al placer de bailar?” Pues, por las experiencias vividas hasta ahora por todo el planeta, parece que lo primero que se crea es una comunidad, tanto dentro como fuera del escenario. “Una gran comunidad basada en la diversidad; tenemos desde una niña de 6 años hasta personas de más de 65”, señalan sus promotores.