CRÍTICA TEATRO

Yo, el cuscús y Albert Camús (Teatro naturale?). Grupo: Teatro delle Ariette (Italia). Intérpretes: Stefano Pasquini, Paola Berselli y Maurizio Ferraresi. Idea y creación: Stefano Pasquini y Paola Berselli. Dirección: Stefano Pasquini. Lugar: Teatro Gayarre. Fecha: Viernes 16 de mayo. Público: 60 espectadores (aforo reducido).

Festín teatral

A pesar de su evidente interés, el Festival Teatro Gayarre: Otras miradas, otras escenas nunca llegó a cuajar entre el gran público, y es lástima. Propuestas de riesgo, idiomas foráneos, el buen tiempo, exámenes, excesiva programación en apenas un mes… son razones esgrimidas. El programa Platea del Gobierno de España, implantado para enriquecer la programación ordinaria de los teatros públicos, excluye festivales y eso le ha dado la puntilla como programa diferenciado. Pero el Gayarre, acertadamente, mantiene su espíritu camuflándolo en su temporada ordinaria y mantiene teatro “de cercanía”, de extraordinario interés y difícil de programar.

Gracias a ello, el italiano Teatro delle Ariette vuelve al escenario pamplonés con una propuesta culinaria e interpretativa. Estuvo en mayo de 2009 con su primer espectáculo, Teatro da magiare?, en el que Stefano Pasquini y su esposa Paola Berselli, junto a Maurizio Ferraresi, dramatizaban aspectos de su vida mientras elaboraban a la vista del público pasta fresca que cocinaban en forma de tagliatelle, para servirla a continuación a los privilegiados espectadores. Veteranos intérpretes, decidieron retirarse a vivir a una finca y cultivar su propio alimento. De forma natural, en 2000, surgió su propuesta: ofrecer teatro en su propia casa, cocinando productos de su huerta.

Han estrenado Teatro di terra, donde servían polenta; Matrimonio d’inverno, donde su veinte aniversario de casados se acompañaba de tortellinis rellenos; Bestie, cocinando los animales de su granja; Compleanno di terra, con panes recién hechos; o El verano se ha acabado, proyecto financiado por un festival que les permitió cultivar durante 6 meses un campo de verduras y, llegada la cosecha, servirlas al aire libre acompañando a un arroz.

En Pamplona hicieron el estreno en España de su última propuesta, Yo, el cuscús y Albert Camús, donde Pasquini vuelca en escena su primera experiencia sentimental a los 17 años en Francia con la hija de un refugiado político español que había vivido en Argelia (y que le enseñó a cocinar el plato típico norteafricano), a la vez que leía El extranjero, novela del “pied noir” Albert Camus, que le dejó impactado. Afortunadas coincidencias que permiten un espectáculo total, donde se mezclan y confunden fragmentos del libro con recuerdos de juventud. Muchos puntos de interés en la propuesta: el humanista Camús, cuya coherencia intelectual y vital engrandecen día a día su obra, como se evidenció el año pasado en el centenario de su nacimiento, y la condición de extranjero entonces del joven Stefano Pasquini, tan cercana a nosotros los espectadores hace pocos años y hoy confortablemente olvidada tras concertinas.

Los italianos son buenos intérpretes (y hablan bien el castellano) y combinan con acierto la ritualidad y tiempos del recetario con la de la puesta en escena –pausada, casi premiosa–, que permite “degustar” comida y relato. Los olores de la cocina, el tintineo de la vajilla, el rastro del agua al salir del baño, el polvo que levanta el balón de fútbol, la presencia cercana de los espectadores y la cuidada banda sonora (sonó Killing an arab, de The Cure, inspirada en la novela) conformaron una experiencia impagable. Y, casi se me olvidaba, excelente el cuscús, especiado en su punto.

POR VÍCTOR IRIARTE. Publicado en Diario de Noticias el martes 20 de mayo de 2014.